El encargo era el desarrollo de un relato histórico como soporte de todas las acciones de marketing que se estaban diseñando dentro de un plan estratégico de lanzamiento, a la vez que sirviera de fuente para generar propuestas de “naming” para los nuevos productos de AOVE.
El punto de partida fue la tradición histórica y los diversos usos del aceite de oliva, su llegada y tratamiento a la Península Ibérica en época fenicia, el aceite y su relación con la religiosidad, el aceite y su uso como elemento de bienestar, y por supuesto su uso culinario.
Todo ello fue relacionado con el contexto arqueológico (tartésico, romano, islámico, moderno y contemporáneo) relativo al aceite que se localiza en el territorio de la Denominación de Origen Protegida “Aceite Monterrubio”, que agrupa partes de las comarcas de La Serena, La Siberia y Campiña Sur y que permitía atestiguar una tradición oleícola de 2.500 años de antigüedad.